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Foto del escritorKarina De León Montañez

El Fandango

Durante el siglo XIX, en Veracruz, tomó fuerza una manifestación cultural llamada fandango, que, definido como “el evento social por excelencia” (Londoño, 2009), y jugando un papel esencial dentro de la cultura mexicana, se convirtió en una fiesta no solamente de disfrute, sino que en esta se arreglaban diversos asuntos, desde situaciones legales, hasta defender la honra de la familia, pasando por amoríos y amistades.


Se organizaba por las familias más reconocidas de la región con la finalidad de pagar el favor realizado por un santo, o celebrar un aniversario o, en realidad, cualquier motivo era digno de dicha fiesta; se abrían las puertas de las grandes casas y se permitía la entrada al pueblo; ahí se bailaba sobre una tarima de madera colocada en el centro del patio principal de la casa mientras los músicos tocaban sones populares de la región alrededor de la tarima.


Un grupo de mujeres jóvenes a las que se conocía como convidadoras se encargaban de invitar a la gente a la celebración donde se realizaban galas. Sobre la tarima se bailaba para demostrar la habilidad de los asistentes; las convidadoras son importantes durante el baile ya que, por ejemplo, una de las variantes de las galas o bailes consistía en que aquel caballero que quisiera bailar con una convidadora, se acercaba a ella y le colocaba su sombrero en la cabeza; si ella lo conservaba, se veía obligada a aceptar bailar con él.


Con el tiempo, el fandango se trasladó a los puertos de la ciudad. Incluso fue surgiendo una serie de leyendas alrededor de estas celebraciones, por ejemplo, como el fandango por ser de origen pagano fue creado por el diablo. Se cuenta que en las galas aparecía un joven apuesto con gran habilidad para bailar, se creía que el personaje era la encarnación del mal que asistía a la celebración con el fin de incitar a los asistentes al libertinaje (Rosa, 2019).


Una de las partes fundamentales de los fandangos veracruzanos del siglo XIX es la música mestiza, que es el resultado de la unión de las castas indígenas y españolas. Es importante tomar en cuenta que durante la época de la conquista, los españoles llevan a México a nativos africanos. De esta manera comienzan a introducirse al país instrumentos musicales como la guitarra y la vihuela; y gracias a los grupos de esclavos afrodescendiente es que llegan instrumentos como la marimba traída desde África (Esquivel, 2016).


Fotografía tomada de: https://www.facebook.com/pg/Son-Mezquite



¿Por qué el fandango y la música mestiza tienen su apogeo hasta el siglo XIX?


La Iglesia católica, en base al Tribunal del Santo Oficio, o comúnmente llamada Santa Inquisición, y gracias a que fue un factor importante no únicamente dentro del ámbito religioso, sino también social y político, prohibió y censuró muchas de las prácticas tradicionales del pueblo. La música fue una de las manifestaciones más afectadas. Uno de los ejemplos más famosos es la prohibición de la canción “El Chuchumbé” porque hace referencia a “entornos religiosos que no fueron bien vistos por el clero”.


Fragmento del son veracruzano El Chuchumbé:

El Papa llegó a la Habana lero lero la

El Papa llegó a la Habana pero el Diablo lo tentó

Al mirar a una cubana el chuchumbé se le alzó…

El chuchumbé se le alzó debajo de la sotana…

Que te pongas bien, que te pongas mal;

El chuchumbé me has de agarrar…


Es por esta prohibición que los grupos comienzan de alguna manera a esconder no sólo la música, sino también toda clase de prácticas relacionadas a las festividades, y es hasta el siglo XIX que se tiene mayor apertura a dichas tradiciones que pasaron de ser paganas a convertirse incluso en un medio para negociar.




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